DIOS TE OYE – 1 Juan 5:14-15

1 Juan 5:14-15 dice, “Y esta es la confianza que tenemos en Él. Que si pedimos algo según Su voluntad, ¡ÉL NOS OYE! 15 Y si sabemos que Él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, también sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”.

¿Cómo puedes saber si Dios te escucha cuando oras? ¿Cómo puedes saber si Dios contestará tu oración? ¿Cómo puedes saber si estás orando de acuerdo a la voluntad de Dios?

Las enseñanzas de Jesús siempre conectaban la RESPUESTA A LA ORACIÓN con una vida VIVIDA DE ACUERDO A LA VOLUNTAD DE DIOS: confiando, perdonando, siendo misericordiosa, siendo humilde, creyendo, pidiendo en Su nombre, permaneciendo en Su amor, guardando Sus mandamientos, y Sus palabras permaneciendo en nosotras.

Cuando vives de acuerdo a la voluntad de Dios, podrás discernir “espiritualmente” QUE PEDIR. Una vida entregada y moldeada por la voluntad de Dios SABRÁ COMO ORAR.

Santiago 5:16 dice, “La oración del justo es muy poderosa y efectiva.” Por mucho que nos gustaría pensar que no hay relación, entre nuestro pecado y nuestra vida de oración, el testimonio bíblico es bien claro: “el pecado en el corazón afecta las oraciones que salen de la boca.

Debemos de estar limpias antes de ingresar al salón del trono de Dios. Tenemos que vaciarnos de todo pecado para que Dios pueda ocupar el trono de nuestro corazón. Dios toma el pecado muy en serio -- mucho más en serio que nosotras. El corazón que tolera el pecado, no está en condiciones de tener comunión con Dios.

Si la oración es comunión, ¡Y LO ES… un alma impura no puede tener intimidad con un Dios inmaculadamente puro. Como el aceite y el agua, no hay mezcla posible entre Dios y lo impuro. ¡El pecado y la oración no se pueden mezclar!

Este principio nos plantea un asunto bastante serio. Sabemos en lo más profundo de nuestro ser, que somos pecadoras. Entonces ¿nunca vamos a poder orar? ¡CLARO QUE SI! Gracias al sacrificio de Jesucristo. ¡ÉL NOS HA LIMPIADO! Él ha abierto la cortina para ingresar al Lugar Santísimo.

¡Nosotras podemos entrar y tener comunión con nuestro Dios! A lo mejor pensamos que este fue un acontecimiento de una sola vez… ¡y para siempre! Que la salvación implicaba una limpieza permanente. ¡SI! ¡Así es! ¡Por supuesto! Dios nos ve como justas para siempre.

Sin embargo, ¡ESTA JUSTICIA DEBE DE VIVIRSE! … si es que la fe va a ser una fe vibrante. Un alma desobediente encontrará muy poco en común con su Creador. Algunos conocen su posición en Cristo, ¡PERO NO LA VIVEN! ¡La oración no puede prosperar así!

¿Has sentido alguna vez que tu relación con Dios, SI BIEN GENUINAMENTE SEGURA, se siente un poco incómoda? ¿Parece que tus oraciones no están en armonía con la voluntad de Dios?

PERO POR SU MISERICORDIA, Dios te llama a que te acerques… ¡DEBES DE DEJAR TU PECADO PARA ACERCARTE MÁS A ÉL! El pecado dificulta la oración y la comunión . ¡ASÍ QUE! ¡CONFIÉSALO! Arrepiéntete de él, corrige tus errores, y acércate al corazón de Dios.

A veces nos olvidamos ¡QUE DIOS ESCUCHA NUESTRAS ORACIONES! Jesús nos habla a través de las Escrituras. Y no importa… a lo que nos enfrentemos, ¡PODEMOS CONFIAR EN ÉL! El pecado nos separa de Dios, y hace que Él cierre Sus oídos a nuestras oraciones. Es en vano orar cuando estamos practicando el pecado… A SABIENDAS.

¡Pero lo contrario es verdad también! Dios nos honra cuando escucha cada una de nuestras oraciones… ¡cuando estamos viviendo una vida piadosa!

¡Jesús mismo dependía de la oración! ¡AUN SIENDO DIOS EN LA CARNE! Cada vez que nuestro Señor Jesucristo tenía que tomar una decisión importante, ¡ÉL ORABA! Cuando era tentado a hacer cosas, según los métodos del mundo, EN VEZ DE LOS DEL PADRE, ¡ÉL ORABA! Cuando llegó el momento de escoger a Sus discípulos, ¡JESÚS ORÓ TODA LA NOCHE!

Si el Hijo de Dios requería una noche de oración para determinar la mente del Padre,¿cuánto más nosotras para determinar claramente la voluntad de nuestro Padre? Como Jesús andaba rodeado, muchas veces, por las multitudes, Él sabía que tenía que buscar un lugar tranquilo para poder escuchar claramente la voz de Su Padre.

Jesús sabía que Su misión no era la de atraer a multitudes, sino más bien,ERA LA DE PERMANECER OBEDIENTE A SU PADRE. Era la oración la que establecía LA AGENDA de Su ministerio. ¡La oración precedía a Sus milagros! La oración le dio aliento a Jesús en los momentos más críticos.

La oración le permitió ir a la cruz. Y la oración lo mantuvo ahí a pesar del dolor tan terrible. ¡SIGUE EL EJEMPLO DE TU SALVADOR! Permite que tu tiempo con Dios, en oración, establezca también la agenda para tu vida.

1 Tesalonicenses 5:17 dice, “Oren sin cesar”. Uno de los grandes inconvenientes de la vida de oración es que la respuesta no viene tan rápido como quisiéramos. Nos desalentamos, y pensamos: “A lo mejor no estoy orando bien”. Puede haber una razón por la demora… ¡Y LA ESPERA TE TRAERÁ UNA BENDICIÓN!

Nuestro deseo tiene que crecer más profundamente y más fuerte, y nosotras tenemos que pedir de todo corazón. Dios nos pone en la escuela de perseverancia en la oración PARA QUE NUESTRA DÉBIL FE SE FORTALEZCA.

Sobre todo, Dios quiere que tengas una comunión más íntima con Él. Cuando nuestras oraciones no están siendo contestadas, aprendemos que la comunión y el amor de Dios son más importantes para nosotras, que las respuestas a nuestras peticiones, y eso nos motiva a seguir orando.

¡NO TE IMPACIENTES NI TE DESCORAZONES SI LA RESPUESTA NO VIENE! “Ora sin cesar”. “Sigue orando”. Si haces eso, recibirás grandes bendiciones. Pregúntale a Dios si tu oración está realmente de acuerdo a Su Voluntad y Su Palabra. Pregúntale si lo estás haciendo con el espíritu y la actitud correcta, y en el nombre de Jesús.

Aprenderás que la demora en la respuesta es una de las maneras más preciosas en que Dios te da Su gracia. Aquellos que han perseverado ante Dios son aquellos que han tenido mayor poder en la oración.

Y Phillips Brooks dijo, “Nunca ORES para tener una vida fácil. ORA, más bien, ¡para ser una persona fuerte! Nunca ores “para tener tareas” equivalentes a tu poder. Más bien, ORA para tener el poder equivalente a tus tareas.” Si caminas cerquita a Jesús el día de hoy, estarás en el centro de Su voluntad el día de mañana.”