1 Pedro 4:12-16 dice, 12 No se sorprendan de la prueba de fuego a que se ven sometidos, como si les estuviera sucediendo algo extraño. 13 Al contrario, alégrense de ser partícipes de los sufrimientos de Cristo, para que también se alegren grandemente cuando la gloria de Cristo se revele.

¿Qué interesante, ¿no? Que nuestra primera reacción, cuando tenemos una gran prueba es de pensar que algo raro nos está pasando. No entendemos por qué la gente de Dios tiene que sufrir. Es un verdadero enigma para nosotras porque sabemos que Dios nos ama supremamente.

Así que nos preguntamos, “Si Dios me ama tanto, ¿por qué permite que yo sufra?” Cuando yo amo a alguien, quiero salvarlo del sufrimiento. ¡Así es como malcriamos a nuestros hijos! Por tratar de protegerlos de las consecuencias de sus propias acciones, hacemos que ellos se ahonden más profundamente en su desobediencia.

Dios nos ama, efectivamente, pero Hebreos 12:6 dice, que el Señor disciplina al que ama.” Mientras que otros se puedan salir con la suya en algunas cosas, Dios no dejará que nosotras nos salgamos con la nuestra,porque nosotras somos Sus hijas, y las pruebas son una de las formas que Dios usa para purificar a Sus hijos.

Hay mucha aflicción en este mundo, pero el único sufrimiento que tiene valor eterno, es aquel que viene de vivir como Dios manda. Para poder armarnos con la actitud de Cristo, tenemos que estar preparadas para soportar las dificultades, que nos vienen por hacer lo que es correcto.

Dios no quita el sufrimiento de nuestras vidas. Hay gente, que cree que un Padre amoroso no debería de permitir que nadie, QUE ES REALMENTE SUYO, tenga que aguantar el sufrimiento… la enfermedad… y la pobreza.

La vida abundante” no significa que todo nos va ir bien todo el tiempo. En realidad, la Biblia enseña, QUE LO OPUESTO, puede ser verdad. En algunas situaciones, podemos hasta sufrir MÁS porque nos identificamos con Jesús.

Nunca estamos solas en el sufrimiento. Somos bendecidas cuando sufrimos… POR LO QUE ES CORRECTO. Pedro nos alienta a no tener miedo por lo que nos pueda pasar, sino que debemos de poner a Jesús en el centro de nuestro corazón, COMO SEÑOR.

Cuando nos armamos con la actitud humilde de Jesús, podemos confiar completamente en nuestro Dios Todopoderoso, porque sabemos que Él está de nuestro lado, y continuará transformándonos a la imagen de Su Hijo.

¿Qué prueba de fuego has experimentado, o estás experimentando en este momento, como resultado de tu fe en Jesús? ¿De qué forma te has armado con la actitud de Jesús en vista de esta prueba?

Jesús les dijo a los apóstoles en Juan 15:18, Si el mundo los aborrece, sepan que a Mí me ha aborrecido antes que a ustedes. Y Pablo le hace esta admonición A TIMOTEO en 2 Timoteo 3:12, También todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución.

Un estudio de la vida de Pedro revela que él había aprendido la diferencia entre el sufrimiento -- causado por uno mismo -- y la clase de sufrimiento QUE NO ES MERECIDO. Muchas veces, puesto en dificultades por su propia impulsividad, Pedro sabía la deshonra, que esas acciones, le habían traído a Cristo.

Sin embargo, cuando lo arrestaron por predicar el evangelio, PEDRO, lleno del Espíritu Santo, lo usó como una oportunidad para traerle honor y gloria a su Rey. Sin importar la fuente de nuestro sufrimiento, EL SUFRIMIENTO MISMO no es la cuestión. Más bien, ¿honra a nuestro Dios tu actitud hacia el sufrimiento?

¿Te sorprende que las dificultades sean parte de la vida? ¡Probablemente que no! Todas conocemos muy de cerca los problemas… las dificultades… las pruebas de la vida – ya sea la mala salud, una cuenta bancaria sin saldo, un amor arruinado, una pena, la pérdida de un trabajo, y la lista puede seguir… y seguir…

Yo nunca he visto un campo de golf que no tenga obstáculos. Son parte del deporte. Los golfistas hablan de los campos de golf, con los mayores obstáculos, como los más desafiantes. Y ELLOS VIAJAN GRANDES DISTANCIAS, para probar sus habilidades en los 18 hoyos más difíciles.

Los problemas, a los que nos enfrentamos cada día, revelan cuanto necesitamos al Señor. Ellos prueban nuestra fe y nuestra fuerza de voluntad, y nos ayudan a confiar en la Palabra de Dios. “Los grandes triunfos nacen de las grandes aflicciones”.

14 ¡Bienaventurados ustedes, cuando sean insultados por causa del nombre de Cristo! ¡Sobre ustedes reposa el glorioso Espíritu de Dios!

El nombre de Cristo es la causa del odio dirigido a los creyentes. Insultados significa “ser abusado o calumniado”. En su sermón ante el concilio, Pedro dijo en Hechos 4:12, 12 En ningún otro hay salvación, porque no se ha dado a la humanidad ningún otro nombre bajo el cielo mediante el cual podamos alcanzar la salvación.

No es el nombre de Cristo que ofende a los NO-CREYENTES, sino más bien, QUIÉN ES ÉL, LO QUE DIJO, Y LO QUE HIZO… éstos son la causa de la hostilidad en ellos. Sin embargo, todo el odio y la violencia del mundo contra los cristianos ”, no disminuye su bendición.

Este pasaje de 1 Pedro puede ser descrito como “un capítulo de la realidad”. Pedro había vivido una vida verdadera, y había experimentado dolor verdadero. La mayoría de su dolor había sido infligido por otros. Muchas veces, los que nos atacan están furiosos, o celosos de nosotros.

A veces es porque modelamos un estilo de vida, que les molesta, porque ilumina la oscuridad de su vida. Como resultado, ellos se enfurecen y nos atacan… ridiculizándonos y calumniándonos, o respondiendo con celos, pero nunca admitiendo que ellos quieren lo que nosotros tenemos.

De cualquier manera, terminamos siendo atacadas simplemente porque hemos elegido seguir a Cristo. Esto es lo que hace que esta carta sea tan práctica, y tan relevante en nuestras vidas. Pedro nos alienta a que continuemos confiando en la fidelidad de nuestro Dios, en medio de toda circunstancia.