¡A VER! Quién no ha pensado alguna vez... “SI TAN SOLO fuera más flaca, entonces sería feliz. SI TAN SOLO tuviera más plata, entonces sería feliz. SI TAN SOLO llegaran los hijos. SI TAN SOLO se fueran los hijos. SI TAN SOLO pudiera irme de la casa, regresar a la casa, casarme, divorciarme. ¡SI TAN SOLO!

¿Crees tú que la felicidad ESTÁ A SOLO una compra de distancia? ¿A un ascenso de distancia? ¿A una elección, o romance de distancia? Si es así, ¡TAL VEZ SEA POR ESO QUE VIVES CON TANTA ANSIEDAD! Trabajas largas horas, pides más dinero prestado, aceptas nuevos proyectos y acumulas más responsabilidades.

Estrés. Deudas. Noches cortas. Días largos. Todo es parte del precio que estás dispuesta A PAGAR para ser feliz. Según el apóstol Pablo, la buena vida no comienza cuando cambian las circunstancias en tu vida, ¡SINO CUANDO CAMBIAS TU ACTITUD HACIA ELLAS!

Por eso nos dice en Filipenses 4:6-7, No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, 7 y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

¿Quieres conocer el secreto de la felicidad? Pablo nos da DOS PALABRAS ESENCIALES: DA GRACIAS. La gratitud es tener CONCIENCIA ABSOLUTA de los beneficios de la vida. Se han hecho estudios QUE INDICAN QUE LA GENTE AGRADECIDA tiende a ser más empática y es más propensa a perdonar a los demás.

Las personas que mantienen UN CUADERNO DONDE APUNTAN SU AGRADECIMIENTO DIARIO suelen tener una actitud muy positiva de la vida.

Los individuos agradecidos demuestran menos envidia, menos materialismo y menos egocentrismo. La gratitud aumenta la autoestima y mejora las relaciones, y también la calidad de sueño. ¡Hasta viven más! Si la gratitud viniera en forma de píldora, se le se consideraría LA PÍLDORA MILAGROSA.

Entonces no es de extrañarse, QUE LA TERAPIA DE DIOS PARA LA ANSIEDAD incluya una buena dosis de gratitud. El corazón ansioso dice, “Señor, si tan solo tuviera esto, aquello o lo otro, entonces estaría contenta”. En cambio, el corazón agradecido dice: “Señor, ya me has dado esto, aquello o lo otro. Gracias, mi Dios”.

Mi amiga Adriana me ha enseñado el valor de la gratitud. Ella tiene casi ochenta años. Su esposo, Jaime, sufre de Parkinson. Lo que debió haber sido una etapa de jubilación maravillosa para ambos, SE VOLVIÓ EN UNA ETAPA de hospitalizaciones, medicamentos y luchas.

Hay días en los que Jaime no puede mantener su balance. Así que Adriana tiene que estar a su lado constantemente. Y sin embargo, ¡ELLA NUNCA SE QUEJA! Siempre tiene una sonrisa en los labios, y palabras alentadoras para todos. Yo le pregunté cuál era su secreto.

Ella me dijo: Todas las mañanas, Jaime y yo nos sentamos juntos y cantamos un himno. Yo le pregunto qué quiere cantar. Él siempre me dice: “Cuenta tus bendiciones”. ¡ASÍ QUE! Cantamos nuestras bendiciones. ¿No sería lindo si nosotras fuéramos tan agradecidas?

¿Sabes lo que pasa cuando cuentas tus bendiciones? ¡LA ANSIEDAD DESAPARECE! ¡LA PREOCUPACIÓN Y LA GRATITUD NO PUEDEN ESTAR JUNTAS! Enfócate más en lo que TIENES, y menos en lo que TE FALTA.

El apóstol Pablo dice en Filipenses 4:11-13, 11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a estar contento en cualquier situación.

12 Sé vivir con limitaciones, y también sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, tanto para estar satisfecho como para tener hambre, lo mismo para tener abundancia que para sufrir necesidad; 13 ¡TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE!

Las circunstancias DE LA VIDA DE PABLO EN LA PRISIÓN eran terribles. Estaba bajo vigilancia constante. No tenía motivos para esperar que lo soltaran. Sin embargo, con sus muñecas encadenadas. Pablo dijo, He aprendido a estar contento en cualquier situación.

¿Cuál era el secreto de la felicidad de Pablo? He aprendido a vivir contento en cualquier situación -- sea con el estómago lleno o vacío -- con mucho o con poco. ¿Depende tu felicidad del carro que manejas? ¿De lo que vistes? ¿De lo que depositas en tu cuenta bancaria? Si es así, ¡ESTÁS ENREDADA EN EL MATERIALISMO! ¡Y no te puedes zafar!

Siempre habrá un carro mejor, un modelo más nuevo, o un mejor vestido para comprar. Y, como esta carrera no se puede ganar, ¡TE EXPONES A LA ANSIEDAD! Si son tus posesiones las que te definen, TE SENTIRÁS BIEN CUANDO TENGAS MUCHO, y te sentirás mal cuando no tengas mucho. El ciclo es predecible. Si compro el carro, seré feliz.

Compras el carro, pero el carro se deteriora. Si me caso, seré feliz. Así que te casas, pero tu esposo no cumple lo que prometió. Si tuviéramos un bebé… Si consiguiera un trabajo nuevo… Si me jubilara… Pero en cada caso, una vez que lo tienes, la alegría de tenerlo, DISMINUYE.

¡LA VIDA TE HA FALLADO! La alegría, QUE DEPENDE DE LA POSESIONES, nos convierte en personas heridas y preocupadas. Pablo aprendió a estar contento con lo que tenía. Y esto es increíble ¡YA QUE TENÍA MUY POCO!

Él tenía una celda en lugar de una casa. Tenía cadenas en lugar de ropas, y un guardia en lugar de una esposa. ¿Cómo podía estar Pablo contento? Muy sencillo. ¡PABLO SE ENFOCÓ EN LO MEJOR DE TODO!

¡ÉL TENÍA EL AMOR DE DIOS! Tenía el perdón de sus pecados. Tenía la seguridad de salvación. Tenía a Cristo, ¡Y CRISTO ERA SUFICIENTE! Lo que tenía EN CRISTO era mucho más ¡QUE LO QUE “NO TENÍA” EN LA VIDA! Quiero que noten un detalle interesante acerca de la carta de Pablo a los filipenses. En sus 104 versículos, Pablo menciona a JESÚS cuarenta veces.

Cada dos versículos y medio, EN PROMEDIO, Pablo habla de Cristo. En Filipenses 1:21, él dice, Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.” Su único objetivo era conocer a Jesús. Las riquezas no le llamaban la atención. Los aplausos no le importaban. La tumba no lo asustaba. ¡TODO LO QUE ANHELABA ERA MÁS DE CRISTO!

Y como resultado, ¡ESTABA CONTENTO! Lo que tienes en Cristo es mucho más QUE LO QUE “NO TIENES” EN LA VIDA. Tienes a Dios – que te ama apasionadamente. Tienes la presencia viva de Jesús en ti. ¡EN CRISTO LO TIENES TODO!

Jesús puede darte una felicidad que nadie puede quitarte “JAMÁS”, una gracia que nunca caducará y una sabiduría que siempre aumentará. ¡ASÍ QUÉ! ¡NO MÁS “SI TAN SOLO”! ¡Aprecia lo que YA tienes! CAMBIA CADA PENSAMIENTO ANSIOSO POR UNO DE GRATITUD. ¡ESE ES EL SECRETO DE LA FELICIDAD!