El sultán de Brunei, con una fortuna estimada en $25 billones de dólares, es uno de los hombres más ricos del mundo. La fuente básica de su riqueza son los campos petroleros de Brunei.

El sultán – educado en Gran Bretaña – es el dueño del palacio más grande del mundo, de una variedad de aviones, flotas de carros, y algunos de los hoteles más suntuosos del mundo, entre ellos, el Hotel de Beverly Hills en California. El sultán vive una vida de lujo opulento.

Él sabe que es el blanco de robos, secuestradores, y terrorismo, de los cuales tiene que ser protegido constantemente. Es el dueño de casas privadas y hoteles en Londres y sus alrededores, y siempre se tiene que estar mudando DE UN LUGAR A OTRO sin divulgar su calendario.

Lo que no puede comprar el sultán es lo que él valora más – ¡PAZ Y TRANQUILIDAD! Gente por todo el mundo está buscando consuelo en este mismo momento. ¡AÑORAN TENER PAZ EN SUS CORAZONES! ¡Pero solo Jesús puede dar paz y consuelo!

El Salmo 4:8 dice, Por eso me acuesto y duermo en paz, porque sólo Tú, Señor, me haces vivir confiado. David fue asediado por cualquier cantidad de acusaciones, Y EL POBRE, estaba preocupado por su reputación. Él estaba siendo el objeto de rumores y mentiras, pero no quería ponerse furioso al respecto.

El ambiente era tumultuoso, y David se sentía asediado. ¡NOSOTRAS NOS PODEMOS RELACIONAR CON ÉL! No estaremos plagadas por las intrigas políticas A LAS QUE DAVID SE ESTABA ENFRENTANDO, pero sabemos LO QUE ES PASAR POR CIRCUNSTANCIAS DIFÍCILES. La vida tiene una manera de hacernos sentir “ASEDIADAS”.

Y cuando eso pasa, nos quedamos despiertas durante la noche, preguntándonos como va a terminar toda la cosa. Nos imaginamos varias escenas. Planeamos cómo reaccionar a cada una de ellas, Y ESPECULAMOS ACERCA DE LO QUE OTROS PUEDAN ESTAR HACIENDO para hacer las cosas más complicadas todavía.

¡PENSAMIENTOS TURBULENTOS PUEDEN MANTENERTE DESPIERTA POR HORAS! Pero David podía acostarse en paz, y dormir bien. ¿Por qué? Porque él sabía que Dios era soberano sobre todas sus circunstancias, ¡Y ESTABA SIEMPRE PRESENTE PARA AYUDARLO. A las finales, Dios lo vindicaría. Solo Dios podía defenderlo de sus enemigos.

Solo Dios podía calmar la tormenta, que rugía alrededor suyo. ¡Y DAVID CONFIABA QUE Él LO HARÍA! ¿Dónde encuentras paz en medio de la tormenta? Definitivamente no concentrándote en la tormenta. ¡ESO NUNCA CALMA NINGUNA SITUACIÓN!

¡NO! La forma de acostarte en paz y dormir bien, ES DE SABER “SIN NINGUNA DUDA” QUE DIOS ESTÁ PRESENTE, obrando a tu favor, Y ES CAPAZ DE LLEVAR A CABO CUALQUIER COSA QUE ÉL QUIERE.

Confía en el deseo y habilidad de Dios de mantenerte segura durante cualquier tormenta A LA QUE TE ESTÉS ENFRENTANDO EN ESTA ETAPA DE TU VIDA. ¡Jesús promete ser tu ayuda, tu defensa, y tu paz!

Efesios 2:14 dice, Porque Él es nuestra paz. Jesús no solo nos da paz. ¡ÉL ES LA PAZ! En otras palabras… ¡LA PAZ NO ES SOLO UNA CONDICIÓN QUE ES DADA A NOSOTRAS! Es un estado de ánimo que viene por medio de una relación con Jesús. Cuando nacemos al Reino de Dios -- ¡ESTAMOS EN CRISTO! ¡Jesús es íntegro, perfecto y puro! ¡No hay ningún conflicto en Él!

No hay divisiones ni incongruencias. Cuanto más conscientes estemos de nuestra verdadera posición en Él… ¡Y LA EXPERIMENTAMOS!, más parecidas a
Él nos volveremos. ¡UNIÓN CON JESÚS NOS DA PAZ!

Esto no quiere decir que no experimentaremos conflictos con el mundo, con nuestras circunstancias, con el enemigo de nuestra fe, o hasta con nuestra propia carne. ¡SI! ¡LOS TENDREMOS! Este versículo de Efesios insinúa una historia de conflicto.

Pero nosotras podemos experimentar descanso, EN MEDIO DE CUALQUIER CONFLICTO AL QUE NOS ESTEMOS ENFRENTANDO. Y podremos sentirnos completas y satisfechas en nuestra relación con Cristo. ¡No importa lo que esté pasando alrededor nuestro! Un estado de agitación, NO PUEDE TOCAR NUESTRO SER, si es que la Presencia de Jesús es PODEROSA en nosotras.

Cualquier turbulencia que esté agitando tu vida en este momento… ¡NO ES UN RIVAL PARA NUESTRO DIOS! Cualquier fricción, QUE ESTÉS TENIENDO CON OTRA GENTE, puede ser neutralizada por el Espíritu Santo.

Cualquier batalla personal, QUE ESTÉS LIBRANDO DENTRO DE TI, tu identidad en Cristo la puede resolver. No busques paz como una condición. Más bien, ¡BUSCA A JESÚS… ¡Y EL RESULTADO SERÁ LA PAZ! Respira hondo, invita a Jesús a tu corazón.

Deja que Él te llene, y entrégate a los propósitos que Él tiene para ti, ¡RELÁJATE! Su cercanía creará las condiciones que buscas, Y LA TURBULENCIA EN TU VIDA, eventualmente, ¡TENDRÁ QUE SOMETERSE A ÉL!

En Juan 14:27, Jesús dice, La paz les dejo, Mi paz les doy; Yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo. Me pregunto cuántas cristianas realmente entienden EL GRAN HECHO de que esta paz es nuestra herencia. La paz es lo que Jesús nos ha dejado. ¡ES FUNDAMENTAL!

Y nadie nos la puede quitar por ninguna circunstancia. Jesús dice, Yo no doy la paz como el mundo la da. ¿Cómo da el mundo la paz? Si tú estuvieras preocupada y ansiosa HOY DÍA, y fueras al doctor, que no es cristiano, y le preguntaras, “Doctor, ¿Qué puedo hacer para tener paz”? ¿Qué te diría él? “

Ándate de viaje. Ándate a Hawái. Aléjate de todo. En otras palabras, “Cambia tus circunstancias”. Anda a un lugar donde nada te moleste – donde todo es tranquilo alrededor tuyo. ¡ENTONCES TENDRÁS PAZ!

Pero Jesús dice, “Yo te doy paz en medio de tu problema, en medio de tu angustia, de tu confusión, de tu pena, y la presión. Yo puedo impartir paz a tu corazón ¡AHÍ MISMO!, y no como el mundo la da.

¿Pero cómo? Porque Jesús nos dice ¡REGRESA A MI! Regresa a la relación básica que teníamos–Tú en Mí, y Yo en ti”. Jesús nos garantiza que Él está trabajando Sus propósitos. Él nos llevará al final del problema. El calmará la tormenta y silenciará las olas.

Descansaremos en el bote, contentas, sabiendo QUE NO IMPORTA SI EL AGUA SE TRAGA AL BARCO DONDE ESTÁ EL AMO DEL OCÉANO, LA TIERRA Y EL CIELO”.

La paz les dejo, mi paz les doy… No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo. Esta promesa está dirigida a ti. Significa que no tienes que alterarte ni sentirte ansiosa, ni abrumada, ni preocupada. ¡REGRESA AL LUGAR DE DESCANSO! ¡JESÚS ESTÁ AQUÍ CONTIGO!