A través de nuestra vida, de principio a fin, nuestra identidad está ligada con nuestras acciones. Quienes somos afecta como nos comportamos. SI SOMOS HIJAS DE DIOS… ¡ACTUEMOS COMO TAL! Las actitudes de humildad, bondad y paciencia deben de caracterizar a la cristiana.

Efesios 4:25 dice, Por eso cada uno de ustedes debe desechar la mentira y hablar la verdad con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. ¡INTEGRIDAD! ¡SI! ¡INTEGRIDAD! Si Dios es el modelo, el resultado es la integridad. El se caracteriza por la verdad, y Su gente debe de hacer lo mismo. ¡ASI QUE! ¡DI LA VERDAD!

Este es un principio de la vida que no debemos olvidar nunca: las relaciones se basan en la confianza, y la confianza se basa en la verdad. Cuanto más mintamos, más se romperá la confianza, y más heriremos a nuestras relaciones. Pablo nos dice que seamos sinceras con nuestras amigas y compañeras de trabajo, y con aquellos en la iglesia.

Y más que nada… ¡DEBEMOS SER SINCERAS EN EL HOGAR! Me asombra como tantas esposas y esposos se mienten el uno al otro. Uno de los pilares para que el matrimonio funcione es decirse la verdad el uno al otro. ¡Tú puedes comenzar a decir la verdad hoy mismo! ¡Cuánto más rápido comiences, menos difícil te será!

26 Enójense, pero no pequen; reconcíliense antes de que el sol se ponga, 27 y no den lugar al diablo. La palabra ENOJENSE está en imperativo… ¡ES UN MANDATO! Salomón dice en Proverbios 15:1, La respuesta amable calma la ira; la respuesta grosera aumenta el enojo.

¡NO TIENE NADA DE MALO ENOJARSE POR UNA CAUSA JUSTA! El enojo puede ser algo sano. ¡PERO HAY MOMENTOS EN QUE SI DEBEMOS ENOJARNOS!

El enojo puede ser encendido por los fuegos del infierno, o por el fuego del altar de Dios. El enojo puede ser encendido por nuestra vieja naturaleza, y ese enojo es siempre un fuego pecador, destructivo, y diabólico.

EL ENOJO ENCENDIDO POR EL ESPIRITU SANTO… CUANDO VEMOS ALGO INJUSTO, CUANDO VEMOS PERVERSION, O ALGUNA OTRA GRAN INIQUIDAD, PUEDE ASUSTAR A AQUELLOS QUE ESTAN PARTIPANDO EN UNA ACTIVIDAD PECADORA.

La persona que no se pone furiosa -- cuando ve alguien seduciendo a una niña inocente, o tratando de corromper a un niño, o hacia aquellos que practican y propagan la perversión y la pornografía, ¡ES DEBIL DE CARACTER O NO TIENE NINGUNA CONVICCION MORAL! ¡JESUS MISMO SE ENOJÓ CUANDO EXPULSÓ A LOS CAMBISTAS DEL TEMPLO!

¡ES POSIBLE MOLESTARNOS Y NO PECAR! Pero si pecamos, debemos de arreglar cuentas lo antes posible con la persona a la que hemos ofendido. El fuego de la ira, si no es apagado por el perdón, se difundirá, profanará y destruirá la obra de Dios.

Según Jesús, el enojo es el primer paso al asesinato, porque la ira le da al diablo una entrada en nuestra vida. ¡SATANAS ES UN ASESINO! Satanás odia a Dios y odia a Su gente, Y CUANDO EL ENCUENTRA A UN CREYENTE CON LAS CHISPAS DE IRA EN SU CORAZON, EL ABANICA ESAS CHISPAS, Y LE ECHA GASOLINA AL FUEGO… causándole gran daño a la gente de Dios y Su iglesia.

No dejes que el día se termine sin haber aquietado tu espíritu, asegurándote que no hayas entristecido al Espíritu Santo. ¡NO GUARDES NINGUN RENCOR! 28 El que antes robaba, que no vuelva a robar; al contrario, que trabaje y use sus manos para el bien, a fin de que pueda compartir algo con quien tenga alguna necesidad.

¡NO ROBARAS ES UNO DE LOS DIEZ MANDAMIENTOS! En todas las civilizaciones, robar es considerado malo. ¡LA HONESTIDAD ES UN VALOR UNIVERSAL!

Hasta en el Imperio Incaico, “NO SEAS LADRON” era una de las tres grandes leyes que regían el imperio. Por naturaleza, nadie quiere que le quiten lo que le pertenece. En vez de robar, debemos trabajar. El trabajo es beneficioso. ¡Enaltece! ¡Nos da satisfacción!

Que mayor prueba puede haber de un corazón y una vida cambiada… QUE UN ANTIGUO LADRON BUSQUE UN EMPLEO HONESTO. Y que se preocupe por aquellos que no pueden trabajar, y dar de su propio salario para aliviar los problemas del pobre. ¡LA IDEA QUE UNA CRISTIANA SIGA ROBANDO ES TOTALMENTE RIDICULA!

Una de las razones… QUE LOS ESTANDARES ETICOS DE MUCHOS CRISTIANOS SON TAN BAJOS, es que hoy en día, algunos líderes ya no predican EL ARREPENTIMIENTO como un requisito para la regeneración. Ellos promueven una “CREENCIA FACIL” que no pone ninguna EXIGENCIA MORAL en la consciencia del nuevo convertido.

Sin embargo, la simple palabra “CONVERSION” implica un cambio de creencia y de conducta. Es increíble que el Espíritu Santo haya tenido que explicar esto con lujo de detalles en Su Palabra, diciendo: “Ahora que eres salva… ¡NO ROBES MAS! ¡TRABAJA!

29 No pronuncien ustedes ninguna palabra obscena, sino sólo aquellas que contribuyan a la necesaria edificación y que sean de bendición para los oyentes. La boca y el corazón están conectados. Por eso Jesús dijo en Mateo 12:34, Porque de la abundancia del corazón habla la boca.

Si el corazón está bien, el carácter estará bien, y la conversación también estará bien. Nosotras esperamos un cambio de lenguaje cuando una persona se vuelve cristiana. Un lenguaje corrupto y obsceno, es impropio en cualquier persona… ¡PERO ES IMPENSABLE EN UNA CRISTIANA! ¡Nada destruirá un testimonio “más rápidamente” que una boca sucia!

Piensa en las palabras de Pedro cuando Jesús estaba en juicio. Las personas que estaban reunidas, alrededor de la fogata en el patio de la casa del sumo sacerdote, acusaron a Pedro de ser discípulo de Jesús. Dijeron en Mateo 26:73, Sin lugar a dudas, tú también eres uno de ellos, porque hasta tu manera de hablar te delata.

El comentario fue bien astuto, pero cuando Pedro comenzó a maldecir y a jurar, sus acusadores se quedaron callados. Ellos habían estado escépticos de sus negativas, pero ahora estaban convencidos de que “este hombre” decía la verdad. Porque ningún discípulo del Señor Jesucristo maldeciría o juraría de esa manera.

La conversación de las cristianas debe ser edificante y para el bienestar espiritual de otros. Nuestro lenguaje deberá estar marcado por la gracia.

Cuando invitamos amigos a cenar a nuestra casa, nuestros invitados se deben de ir más edificados, inspirados, y ennoblecidos que cuando llegaron. ¡Nuestras conversaciones deben de ser sanas y beneficiosas!


30 No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con el cual ustedes fueron sellados para el día de la redención. 31 Desechen todo lo que sea amargura, enojo, ira, gritería, calumnias, y todo tipo de maldad. El Espíritu Santo puede ser entristecido por nuestro pecado.

La palabra entristecer es una palabra de amor. Tú no puedes entristecer a una persona que no te ama. Tú podrás molestarla, enfurecerla o desilusionarla, pero tú no puedes entristecerla. Tú solo puedes entristecer a alguien que te ama. ¡EL ESPIRITU TE AMA! ¡POR ESO TU PUEDES ENTRISTECER AL ESPIRITU SANTO!

Estos versículos nos advierten que no debemos tener una mala actitud. Y TAMBIEN AMPLÍA LO QUE PABLO ESCRIBIO ACERCA DEL ENOJO... ¿Y QUE ES LA AMARGURA? La amargura es un corazón lleno de resentimiento, de rencor, que se niega a perdonar, y que tiene sentimientos de violencia. Esta hostilidad “envenena” el interior de una persona. ¡La hace volverse amargada!

Pablo nos da tres razones del por qué debemos evitar la amargura. Primero que nada, entristece al Espíritu Santo. El vive en el corazón de la cristiana, y cuando el corazón está lleno de amargura y enojo, el Espíritu se entristece. El Espíritu es más feliz en una atmosfera de amor, gozo y paz, porque ese es el fruto del Espíritu, que El produce en nuestras vidas cuando lo obedecemos.

Segundo, nuestro pecado entristece a Dios Hijo, que murió por nosotras. Y tercero, entristece a Dios Padre, que nos perdonó cuando confiamos en Cristo. 32 En vez de eso, sean bondadosos y misericordiosos, y perdónense unos a otros, así como también Dios los perdonó a ustedes en Cristo.

Nuestra relación con Dios PUEDE SER MEDIDA por la forma como nosotras expresamos la bondad, la ternura y el perdón. Jesús nos dio la ley del perdón en Marcos 11:25, Y cuando oren, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus ofensas.

Dios nos perdona por Su gran misericordia, y no porque nosotros hayamos perdonado a otros. A medida que adquirimos un mejor entendimiento de Su misericordia, desearemos ser como El. Como hemos sido perdonadas, nosotras también perdonaremos a otros.

¿Estás albergando enojo y alimentando rencor en tu corazón? ¿Estás amargada? ¿O eres rápida para perdonar? ¿Eres dadivosa y edificadora, o eres interesada y destructora? ¿Tratas a otros como Dios te ha tratado a ti? ¿Es tu vida una ofrenda de olor fragante a Dios?