Cuando yo era chiquita, me encantaba caminar por la calle de la mano de mi papá. Él no solo era mi papá, él era mi amigo. A lo que caminábamos juntos, siempre conversábamos de mil cosas. Cuando me sentía sola, yo encontraba consuelo en mi papá. ¡Cómo valoraba yo nuestra amistad de padre e hija!

Nuestro Señor Jesucristo llamaba a Sus discípulos “amigos” y Él les mostraba las marcas de Su amistad. Les dijo en Juan 15:9, Así como el Padre me ha amado, así también yo los he amado a ustedes; permanezcan en mi amor.

Jesús dio Su vida por ellos. Él les mostró los asuntos del reino. Les enseñó todo lo que Dios le había dado. Y les dio la oportunidad de participar en Su misión. Como nuestro Compañero de por vida, Jesús camina al lado nuestro. Él nos escucha cuando le contamos nuestros problemas y deseos.

Cuando nos sentimos solas y desanimadas, nuestro Amigo Jesús nos acompaña. Y nuestra relación con Él se hace cada vez más íntima, cuando obedecemos Sus mandatos.

Cuando andamos por los caminos peligrosos de nuestro mundo caído, nosotras podemos contar con la compañía de nuestro Señor. ¡Esa es la marca de Su amistad! ¡Nunca encontrarás mejor Amigo que Jesús!

Antes que Jesús fuera crucificado, Él les dijo a Sus discípulos en Juan 15:14-15, Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando.

15 Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; yo los he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, se las he dado a conocer a ustedes.

La generosidad, el interés mutuo, y la confianza son las características de una verdadera amistad, especialmente en nuestra relación con Jesús. Cristo tomó la iniciativa, dando Su vida por nosotras, e invitándonos a conocerlo, y seguirlo. ¡SI! ¡Jesús anhela ser nuestro Amigo!

Hay algo encantador acerca de la palabra “amiga” o “amistad”, ¿no es cierto? Se debe, en parte, a nuestro deseo de tener una amiga, o amigas intimas. Y en parte, también, porque nos hace recordar de nuestras amigas de antaño. En mi caso, me hace recordar a mis amigas de la infancia y del colegio en el Perú.

La mayoría de nosotras tenemos muchas conocidas, pero pocas amigas. Algunas pueden resultar hasta antipáticas o desleales. ¿Miren no más a Judas? El Salmo 41: 9 dice, Aun mi mejor amigo, en quien yo confiaba, el que comía conmigo, me ha traicionado.

Hasta una amiga fiel puede fallarnos cuando más la necesitamos. Pedro, Jacobo y Juan se durmieron en el jardín, cuando deberían de haber estado orando. Pedro negó a su Señor tres veces. Nuestra amistad “la una por la otra”, y por nuestro Señor no es tan perfecta, pero Su amistad por nosotras si es perfecta.

Considera algunos de los elementos de la relación íntima que Jesús tiene contigo: (1) Él se ha comprometido a ser tu Amigo de por vida. A decir verdad, Su compromiso durará más allá de tu vida terrenal. ¡Su compromiso es eterno! Él nunca te dejará pase lo que pase. ¡Él nunca te desilusionará!

(2) Él será franco y transparente contigo en todo momento. Jesús te mostrará lo que quieras aprender acerca de Él. Él no se guardará nada de lo que tú quieras saber. Y (3) Él renueva Sus misericordias hacia ti cada día.

Cuando Jesús dice, ustedes son Mis amigos, es evidente que Él nos está hablando a nivel humano, en términos que nosotras podemos entender claramente. Y Él lo hace para que podamos ver el contraste entre Su amistad, que es grande y perfecta, y las otras amistades que nosotras tenemos.

El ejemplo bíblico más conocido es la amistad entre Jonatán, el hijo del rey Saul, y David, el joven héroe de Israel. Jonatán estaba en línea para el trono. Pero como era evidente que David estaba siendo bendecido por Dios, la gente decía que David debía ser el próximo rey.

Esto podría haber causado un gran antagonismo. Un antagonismo entre los aparentes derechos de Jonatán, y las supuestas aspiraciones de David. Pero no hubo antagonismo. Más bien había una bella amistad entre ellos. Fue un caso en que cada uno se sacrificó para poner los intereses del otro por encima de los suyos. ¡Ellos eran verdaderos amigos!

Por otro lado, Saul andaba buscando a David para matarlo. Saul había recibido noticias acerca del lugar donde se estaba escondiendo David. ¡Fue un momento crítico! Un momento donde David podía haberse desilusionado y olvidado del propósito que Dios tenía para él. Afortunadamente, Jonatán encontró a David antes que Saul, y lo tranquilizó.

Jonatán le recordó a David acerca de su llamado, y le prometió ser su amigo leal. Ellos renovaron su vínculo de amistad, y David fue fortalecido. Jonatán representaba la naturaleza de Dios, y le habló las palabras de Dios durante los momentos de necesidad de David. ¡Así es como la amistad funciona!

¡Tu relación con Dios cambia todo acerca de t! Pero tú no puedes conocer a Dios en aislamiento. Tú lo conoces por medio de la gente que personifica Su naturaleza, que te muestra lo que es experimentar Su amor, compasión, sabiduría, gracia, y mucho más.

Esto significa, qué para tener un encuentro pleno con Dios, tú tendrás que conectarte con tus amigas. ¡Jesús no es un método! ¡Él no es un principio o una creencia!

Jesús llama a Sus seguidores “amigos” y “amigas”. Tú relación íntima con Él es importante, pero no es suficiente. En un sentido muy real, tú solo puedes experimentar a Dios en el contexto de las relaciones humanas.

Sin embargo, una de las consecuencias más irónicas del crecimiento de las redes sociales, es que, muchas veces, nos encontramos más solas y más aisladas que nunca. Un artículo en el internet, nos advierte:

“Aquellos que se niegan a vivir su vida -- primeramente o exclusivamente online -- dicen que los amigos virtuales no pueden substituir a los amigos y amigas del mundo real. Por eso las personas que substituyen a sus amigos físicos por amigos virtuales, se vuelven solitarias y deprimidas”.

Pero poniendo la tecnología a un lado, todas nosotras luchamos con temporadas de soledad, preguntándonos si alguien siquiera sabe, o entiende, o le importa las cargas y las luchas a las que nos enfrentamos.

Ya sea si estamos aisladas por decisión propia, o por las tendencias culturales que nos rodean, o por las dolorosas pérdidas de la vida, todas aquellas que conocen a Cristo pueden descansar en la presencia de nuestro Señor. ¡Qué gran Amigo tenemos en Jesús! El nunca nos dejará ni nos abandonará.

Busca amigas que te ayuden a ser una mejor persona, no solo alentándote y afirmándote, sino también desafiándote y expresando duras verdades. Asegúrate que tú también seas esa clase de amiga.

Proverbios 27:17 dice, El hierro se pule con el hierro, y el hombre [o mujer] se pule en el trato con su prójimo.

A través de tu vida, tú necesitarás ser ambas, alguien que puede ser pulida y alguien que puede pulir. Alguien que pueda ser influenciada, y alguien que pueda influenciar a la gente alrededor tuyo.

El reino de Dios es edificado por las relaciones, primeramente, con Dios, y segundo, con la gente que Él ha llamado, o está llamando a una vida con Él. Es a una comunión del Espíritu, a un cuerpo de creyentes, a una comunidad enfocada en un Señor, y a una causa común.

Nuestra influencia en el mundo comienza ahí… en nuestras relaciones…, buscando y experimentando a Dios juntas. ¿NO ES MARAVILLOSO QUE JESÚS NOS CONSIDERA SUS AMIGAS?