Cuando La Bolsa de Valores cayó en 1929, J.C Penney perdió casi todos sus bienes materiales. La preocupación y la ansiedad lo atosigaron. Se enfermó físicamente y se deprimió profundamente. Y como resultado, lo tuvieron que hospitalizar.

La enfermedad de Penney se volvió tan severa, qué una noche, él pensó que se estaba muriendo. Cuando se despertó, se dio cuenta que todavía estaba vivo. A lo que caminaba por el corredor del hospital ese día, escuchó canciones que venían de la capilla del hospital.

Las palabras de una canción eran “Dios cuidará de ti, a través de cada día, y por todo el camino.” Estas palabras encendieron “una chispa de esperanza” en su corazón. Él caminó hacia la capilla, donde las oraciones. y la lectura de las Escrituras, lo hicieron cambiar de enfoque – DE SUS PROBLEMAS – HACIA DIOS, que lo podía liberar de sus circunstancias difíciles”.

¡Este fue el momento decisivo en la vida de J.C. Penney! Él se recuperó totalmente de su enfermedad, y construyó una de las cadenas “de tiendas de departamentos” más exitosas de los Estados Unidos. ¡J.C. Penney prestó atención al consejo de Jesús! ¡SI! ¡Él se apartó de la preocupación y se enfocó en Dios!

Todos “debemos admitir” que la preocupación es parte de la vida. La Biblia nos ordena “a que no nos preocupemos”. ¡Desobedecer esa orden es pecado! La preocupación es el pecado “de desconfiar” de las promesas y providencia de Dios.

Jesús dijo en Mateo 6:25, No se preocupen por su vida, ni por qué comerán o qué beberán; ni con qué cubrirán su cuerpo. ¿Acaso no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Jesús comienza recalcando que Dios nos ha dado la vida -- y si Él nos la ha dado -- podemos confiar que Él también nos dará lo demás. Si Dios nos da vida, podemos confiar que Él nos dará la comida para sostener esa vida. Y si Dios nos dio cuerpos, de seguro que podemos confiar que Él nos dará “la ropa” para vestir estos cuerpos.

No hay razón para que un creyente se preocupe acerca de lo básico de la vida, ya que Jesús nos dice que Él proveerá. Preocuparnos acerca del futuro es pecar contra Dios. Alguien dijo, “Tú no puedes cambiar el pasado, pero puedes arruinar un bello presente, preocupándote acerca del futuro.”  

Alguien podrá decir, “Ay, la preocupación es solo un pecado insignificante.” ¡NO! ¡No es verdad! ¡Ningún pecado es insignificante ante Dios! Más importante -- de lo que la preocupación te hace a ti -- ¡ES LO QUE LE HACE A DIOS! Cuando tú te preocupas, estás diciendo básicamente, “Dios mío, pienso que no puedo confiar en ti.”

La preocupación es darle un golpe “a la integridad y amor de Dios.” Si tú crees que Dios te puede salvar del infierno eterno, ¿entonces no crees que Él te puede ayudar en este mundo… como lo ha prometido? Si te estás preocupando… ¡no estás confiando en tu Padre Celestial! Y si no estás confiando en Él, a lo mejor es que “realmente” no lo conoces bien.

Estudia la Palabra de Dios para descubrir quién es Él, y como Él ha sido fiel en suplir las necesidades de Su gente en el pasado. ¡Esto te ayudará a tener confianza en Él en el futuro! Permite que Su Palabra habite en ti “ricamente”, para que no te vuelvas vulnerable a las tentaciones de Satanás. 

La preocupación es como una silla mecedora. Te da algo que hacer, pero no te lleva a ninguna parte.

26 Miren las aves del cielo, que no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, y el Padre celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes mucho más que ellas?

Nuestro Señor le da vida a cada pájaro del cielo, y también sostiene a cada uno. ¿Cuándo fue la última vez que viste a un pájaro con una úlcera? A los pájaros no les preocupa a dónde van a conseguir su próxima comida. Ellos saben que nuestro Padre Celestial los alimenta.

Ningún pájaro fue creado a la imagen de Dios, ni ha sido designado a ser coheredero con Cristo… ¡a través de la eternidad! Más bien, Jesús estaba diciendo, “Si Dios cuida de la vida de un pájaro, ¿no crees que Él cuidará de ti?”

La provisión de Dios no es una excusa para el hombre flojo. El pájaro trabaja por su comida, y nosotros debemos trabajar por la nuestra. Eso es porque Dios ha diseñado “al hombre y la mujer” a que coman pan con el sudor de su frente.

Segundo Tesalonicenses 3:10 dice, “Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma.” Así como Dios provee para los pájaros a través de su instinto, así mismo Dios provee por nosotros, a través de nuestro esfuerzo.

El Dr. Carlos Mayo, de la famosa Clínica Mayo dijo, “La preocupación afecta la circulación, el corazón, las glándulas y todo el sistema nervioso. Nunca he conocido a un hombre que muera por trabajar demasiado, pero he visto a muchos morir de preocupación.” ¿Entonces cuál es el antídoto a la preocupación?

33Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Esta declaración “es la pieza central” del Sermón del Monte de Jesús.

¿A qué se refería Jesús cuando dijo que debemos buscar el reino de Dios primero? Significa que nuestra prioridad máxima “en la vida” debe ser la de buscar lo que es eterno. Buscar el reino significa, que queremos que el dominio de Cristo se manifieste en nuestra vida, como la justicia, la paz, y el gozo en el Espíritu Santo.

Así que, cuando los no creyentes ven esas cualidades espirituales en tu vida -- en vez de la preocupación -- ellos sabrán que el reino de Dios está ahí.

Ese es un testimonio bien atractivo -- que Dios puede usar -- para atraer a los no-cristianos a Sí Mismo. Buscar el reino de Dios “significa querer extender” Su reino. Dios proveerá para aquellos que buscan lo que es eterno. Buscar el reino también significa, que añoramos que Jesús regrese “a esta tierra” en gloria.

Seremos coherederas con Cristo, reinaremos con Él para siempre, viviremos en un nuevo cielo y una nueva tierra a través de toda la eternidad, y tendremos toda la majestad y riqueza del cielo eterno.

No habrá necesidad de preocuparnos acerca de las cosas materiales ya que toda la tierra será destruida… ¡y el Señor va a hacer todo nuevo! En vez de buscar riquezas, “busca devoción y santidad, y todas estas cosas te serán añadidas. Dios proveerá para aquellos que viven una vida virtuosa.

¡A Dios no lo podemos poner en segundo lugar! Entonces, ¿cómo podemos saber si estamos poniendo el reino de Dios primero? Hazte esta pregunta: “¿Cuándo necesito guía para tomar una decisión, ¿a dónde voy primero?” Para muchos cristianos, Dios es como una llanta de repuesto. ¡A Él corremos, cuando todo lo demás nos falla!

Debemos poner a Dios primero en nuestra lista de prioridades. Si hacemos eso, Él se ocupará de todo lo demás. ¡Dios sabe lo que necesitas! ¡Él se ocupará de tus necesidades! Pero si permites que otras cosas en tu vida se vuelvan tu prioridad, tu vida estará desbalanceada. Pon a Dios primero, ¡y todo lo demás estará perfectamente balanceado!

34Así que, no se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. ¡Ya bastante tiene cada día con su propio mal!

Hoy día es el mañana de lo que te estabas preocupando ayer. ¡Así que! ¡Enfócate en vivir para el Reino de Dios hoy, que es el antídoto a la preocupación! Hacer planes para el mañana “es un buen uso” de tu tiempo. ¡Pero preocuparte por el mañana es tiempo desperdiciado!

Planear cuidadosamente es pensar de antemano acerca de las metas, los pasos a dar, los plazos a cumplir… ¡a lo que confiamos en la dirección de Dios! No dejes que tus preocupaciones acerca del mañana afecten tu relación con Dios en el presente.

¡NO TE DESESPERES POR CONOCER EL FUTURO! NO TE PIERDAS LA ALEGRÍA DE HOY, PREOCUPÁNDOTE POR EL MAÑANA, ¡QUE TAL VEZ NUNCA VENGA! ¿TIENES ALGUNA PREGUNTA ACERCA DE TU FUTURO? ¡MIRA A TU PASADO! ¿TE SOSTUVO JESÚS EN EL PASADO? ¡ENTONCES ÉL TE SOSTENDRÁ TAMBIEN EN EL FUTURO!